Artículo publicado en la revista Facility Management & Services (octubre de 2021).
Para la mayoría de las empresas, hasta hace muy poco, la concepción del lugar de trabajo venía siendo la de un inmueble físico totalmente desagregado del mundo digital. Ahora, la irrupción de los objetos conectados (IoT, Internet of Things) ha roto esta separación. Gracias al IoT, los edificios empiezan a ser inteligentes, y en un futuro inminente irán evolucionando y enriqueciéndose para ofrecer cada vez más confort a sus ocupantes.
La satisfacción de los ocupantes ya está siendo un indicador de éxito de las empresas.
¿Quiere decir esto que a mayor número de objetos conectados, mejor nivel de servicio? Claramente no por sí solo. No sería suficiente para gestionar de forma inteligente la limpieza de los locales, la ocupación de las salas, el consumo de energía o el mantenimiento de los equipos. Por sí solo no permitiría anticiparse y resolver problemas. La clave reside en hacer hablar a los datos proporcionados en tiempo real por usuarios y equipos, hacer que puedan comunicarse, ser controlables de forma centralizada y compartirse con todas las partes interesadas. Éstos son los verdaderos retos del edificio del futuro.
“Hemos creado MoveWORK Flow para resolver estos problemas de forma totalmente pragmática”, explica Luc Bonnin, CTO de MoveWORK. “Al estandarizar y hacer que los procesos de negocio de las empresas interactúen dentro de una plataforma unificada y colaborativa, ofrecemos una respuesta ágil y un lenguaje común a todos los actores de la cadena de servicios”. Esta plataforma permite dejar de pensar en silos y adquirir una visión 360º del escenario del servicio. En definitiva, tomar perspectiva para orquestar eficazmente las intervenciones y lograr con ello la satisfacción de los ocupantes.
En este contexto, la intercomunicación es la clave
Con todo ello, estamos atentos a los nuevos requisitos que van demandando los ocupantes y trabajamos en ir incorporando equipos IoT de calidad. “Hemos enriquecido enormemente nuestro ecosistema de partners tecnológicos certificados para ofrecer cientos de sensores que contribuyen a un uso más inteligente de los edificios y a una gestión más eficiente de los servicios”, afirma Luc Bonnin.
Ejemplos de servicios
Como ejemplos, la detección automática de la temperatura, la luminosidad o la presencia, la trazabilidad de las intervenciones y la medición de la satisfacción son algunas de las aplicaciones más comunes (para encendido/apagado de calefacción/refrigeración, de luces, activación de servicio puntual de limpieza, respectivamente).
Además, para el servicio de limpieza, resultan muy innovadores los dispositivos con sensor de llenado, como dispensadores de jabón y de papel, o papeleras (que lanzan automáticamente un aviso al operario más cercano cuando necesitan reemplazo). Todo ello en tiempo real y visible para las partes implicadas (de forma detallada para operarios y ocupantes, y de forma global para supervisores y Facility Managers del edificio).
También destaca el dispositivo de botones preconfigurados para una rápida evaluación de la calidad del servicio por parte de cualquier usuario, muy demandado en baños, por ejemplo.
“El mantenimiento del correcto estado de los espacios higiénicos representa un verdadero reto para las empresas. Para un ocupante, ya sea el empleado de una empresa, el paciente de un hospital, el pasajero de un tren o el cliente de un hotel, basta con unos minutos para evaluar la limpieza de los locales y la calidad de los servicios de higiene prestados diariamente”.
Incluso se llega a instalar un terminal IoT para el registro y visualización de las limpiezas realizadas en puntos críticos (las clásicas hojas de pasajes en la entrada de los baños), dando aviso inmediato de cualquier anomalía.
Gracias a la automatización inteligente, MoveWORK Flow cuenta con una considerable ventaja tecnológica y abre la puerta a enormes optimizaciones operativas. Los autómatas integrados en la plataforma guían los procesos de toma de decisiones de las organizaciones en tiempo real y proporcionan la capacidad de actuar e impulsar el cambio en el lugar y el momento adecuados.
“La fuerza de nuestra solución reside en su capacidad para orquestar intervenciones e interactuar con el entorno para desencadenar escenarios optimizados en términos de rentabilidad, calidad de servicio y experiencia del cliente. Tiene en cuenta las limitaciones impuestas por os contratos de FM (recursos organizativos, SLA, gestión de las no conformidades) y sitúa a los contratantes de servicios, los proveedores y los ocupantes en una relación win-win-win”.
Mejora de la experiencia
Para todas las empresas que aspiren a la excelencia, se trata de una oportunidad para mejorar la experiencia de sus ocupantes. Los gestores, liberados de los procesos estáticos, pueden desempeñar su papel de forma plena y eficaz imaginando las aplicaciones y los servicios del mañana: edificios en los que los usuarios ya no tengan que informar de manera reactiva de los fallos o sufrir las molestias, lugares en los que los sistemas de control se ajusten automáticamente en función de los parámetros climáticos. Ahora se convierten en actores de su entorno y se centran en disfrutar de un ambiente de vida y trabajo a la altura de sus expectativas.
Se trata de un verdadero cambio de perspectiva para todos los implicados en el modelo de Building as a Service (BaaS). El Facility Management, asociado al Smart Building, solo tendrá senti do y valor si se compromete a largo plazo en este ámbito: servir a las personas y situarlas en el centro de la dinámica del servicio.